1. Hay artilugios como las espumas para los micrófonos o los antipops, que impiden que todo el aire llegue al micro y «lo golpee».
Los colocas entre tu boca y el micrófono e impiden el paso de una cantidad de aire excesiva.
Por supuesto, es básico colocar bien el micrófono, a la altura de la boca (no en la nariz ni en el cuello) y separarlo un palmo de tu boca. Algo que ya comentamos en nuestro artículo: Háblale al micrófono”- Reflexiones sobre locución
Las espumas si son muy gruesas impiden el paso de algunas frecuencias con lo que quitan matices a tu voz, si son muy finas, no cumplen con la función de evitar golpes de aire.
- Busca la espuma acorde a la medida de tu micrófono.
- Los antipops baratos suelen tener peor sujeción.
- Hay escudos que te venden bajo el nombre de antiviento pero, realmente, lo que hacen es evitar el eco y la reverberación. En la foto tienes ejemplo de esos paneles antireverberación.