Todos, para encontrarnos, necesitamos un lugar para perdernos. Este es el mío, el tuyo, el nuestro.
Que suene la Bocina, la original, nació para invitarte a leer. Ahora quiero que además oigas y mires. Escuches y veas. Con la inestimable colaboración del «afamado» equipo del Recuento, te invito, como siempre, a SONREIR. :))