Quería aprovechar para contarte una historia. 

He trabajado durante muchos años en medios de comunicación, vamos a decir, tradicionales. De todo tipo, pero, principalmente, en la radio. 

Siempre me gustó darle una vuelta a las historias que contaba y comerme un poco el coco para presentar mis contenidos. Vamos a decir que me viene de serie. mpre ha sido más fácil llenar programas con géneros como, por ejemplo, la tertulia que, con otros que llevan más tiempo, demasiado según las diferentes varas de medir. 

El reportaje es un género periodístico que me encanta. Pero el reportaje lleva tiempo. No se hace en un momento, hay que documentarse, buscar información, conseguir los sonidos de diferentes fuentes, escribir un guión, grabarlo…  Lo dicho, el reportaje lleva tiempo, demasiado según las diferentes varas de medir. 

Recuerdo hace muchos años que hice unos capítulos en la radio contando la historia de un equipo de fútbol. Había que buscar la historia, ver qué fragmentos iba a dramatizar (teatralizar), tenía pedir a los narradores que  contaran aquellos goles históricos, luego había que ecualizar las voces. Además, de convertir en diálogos las escenas que me parecían trascendentales, para combinar narración y acción. Eso para los episodios que contaban épocas más antiguas, para las más recientes, había que ver que sonidos reales teníamos y construir el guión.

El documental sonoro, como ves, también lleva trabajo, demasiado según las diferentes varas de medir.

Pues, para mí,  el podcasting ha conseguido recordarle a los medios tradicionales que hay contenidos que merece la pena tratar, que hay historias que sí interesan. 

  • ¿Qué ha hecho Radio Ambulante? Hacer grandes,  historias (aparentemente pequeñas), a través del podcasting. 
  • ¿Qué significó el podcast “Las Tres muertes de mi padre”? Que hay historias que, aunque lleven tiempo elaborarlas, interesan. 
  • ¿Qué nos contó Izuzquiza con “Buscando una Luz”? Una historia de la pandemia, dura, real, de una manera diferente. 

Y podría seguir, porque ya hay muchos ejemplos… Hay historias que han encontrado un sitio. Hay formatos que han encontrado tiempo.

Y para mí, vuelvo a decir que es una opinión muy personal, esa es una de las grandes aportaciones del podcasting al periodismo. Que realmente son dos: 

  1. Hay historias que sí interesan, no son tan pequeñas si sabemos hacerlas grandes. 
  2. Y hay formatos que aunque lleven tiempo, vale la pena entretenerse en ellos. 

La vara de medir la elige el oyente. No es demasiado tiempo el invertido en la preparación de una historia, si consigues que interese. No hay historias pequeñas si las contamos a lo grande.

Y esto que estás leyendo, se puede escuchar en un episodio del podcast “Al otro lado del micrófono”. Además, ha sido contenido de esta newsletter y sirve de inspiración para el “Taller de creación, grabación, distribución y monetización de podcast” que tengo la suerte de poder impartir en la “Asociación de la Prensa de Madrid” en la primera quincena de junio.  

Nuevos tiempos, nuevas formas de comunicarse. 

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