Parece que hoy comienza todo. De eso intentan convencernos muchas publicaciones que hablan de lo nuevo de este primer lunes de septiembre. En la radio, se abre la nueva temporada, pero la radio no empieza hoy, sigue. Ayer hubo radio y muchas personas trabajaron para hacer radio. Ayer había oyentes consumiendo radio.
Sí, ya lo sé, hay que poner un principio a la temporada. Una fecha para indicar dónde comienzan las nuevas apuestas. Pero los oyentes ya estaban y estarán, no es que aparezcan un lunes a la hora que empieza el nuevo programa de la nueva temporada y se conviertan en nuevos consumidores de radio. Hay que ganárselos todos los días, ayer, mañana y, por supuesto, hoy.
Es caso es que este texto me está quedando impersonal. No pretendía yo establecer un debate sobre si empieza todo o no. Quería hablar de ese cosquilleo de la nueva temporada. Esa ilusión por hacer que la radio de siempre tenga olor a nuevo. Para eso se remozan las parrillas (la representación gráfica de la programación de la radio), se confía en nuevas voces o se cambia de sitio a las ya existentes.
Me gusta leer los cambios sobre el papel y luego oírlos. Los que más me convencen son los que apuestan por hacer la radio fuera de la radio (así conseguimos que suene diferente, menos anquilosada, más actual), los que se fían del formato podcast porque confían en él para ofrecer contenidos adicionales a sus oyentes. Aclaro que a mí no me gusta llamar podcast a la grabación del programa que se emite en la radio. Yo prefiero denomirar a eso radio a la carta. Aunque, como ya comenté en alguna ocasión, esas grabaciones de los programas hay que cuidarlas porque también el oyente consume radio así. Y también admiro los cambios que implican una apuesta por el sonido en la radio. Curioso sí, pero no tan frecuente. Y ya, me vuelvo loca, y hasta salto de contenta cuando tengo la suerte de escuchar un reportaje en la radio. Pero no esos que hace el becario porque así está un buen radio entretenido. Esos los adoro porque confío ciegamente en todo lo que puedan aportar los nuevos valores. Pero, si ya se apuesta porque un redactor invierta tiempo en contar una historia de una manera cuidada y distinta, entonces ya lloro de alegría. Adoro a los que siguen confiando en este género, a pesar del tiempo que “roba”.
Ser parte de algo
Hoy empieza todo, o no. Recuerdo hace muchos años al poco de entrar en Onda Madrid (emisora autonómica de Madrid) fui a una cena de Madrid al Tanto (programa decano de Onda Madrid en la matinal de los domingos). Como era mi primera cena como integrante de aquel programa me tocó hablar, es una tradición. Dije estar orgullosa porque formaba parte de algo. Pues, justo eso es lo que se ve en las fotos de los equipos de los programas que empiezan hoy: los fotografiados forman parte de algo. Pero también se observa, y quizá en mayor medida, en las fotos de despedida de los equipos que han hecho la radio en verano. Porque, aunque hoy empieza todo, la radio ha estado sonando durante todo el verano.
Mi felicitación para todos los responsables que aprovechan el verano para probar nuevas fórmulas, nuevas voces, nuevos equipos… La radio no se tira en verano, la radio sigue en verano, la radio se escucha en verano, la radio crea en verano y la radio de verano cree en la radio.
Hoy empieza todo. Suerte para los que arrancan la nueva temporada en la radio. Para mí también empieza una época distinta. Espero formar pronto parte de algo, es quizá lo que más echo de menos, eso y a los oyentes. Gracias a todos los que se han puesto en contacto conmigo estos días.
Mientras, como diría un amigo, estoy en el mercado. Creo y produzco podcast, hago locuciones, redacto contenidos para blogs, guiones, gestiono redes, edito vídeos….. Para más información: contacto@quesuenelabocina. com.
Buen día.
Ilustración de la entrada: @NekoIrene24
Más razón que un santo