Cuando doy charlas a gente que se plantea hacer un podcast siempre les digo que tienen que hacer el ejercicio de plantearse ¿por qué quieren hacer un podcast? También me vale que el planteamiento sea ¿para qué?

Razones hay muchas:
- Para encontrar apoyo emocional en él.
- Para acercarte a una comunidad con los mismos intereses que tú.
- Para apoyar a tu negocio.
- Para atraer clientes.
- Para dar visibilidad a tu marca
- Para divulgar conocimientos, cultura…
- Para enseñar.
- Para entretener.
- …
He estrenado un podcast de solo 5 episodios en el que cuento mi vivencia personal en torno a un despido colectivo del que formé parte. “Relato Individual de un despido colectivo”
¿Por qué y/o para qué lo hice?
Pues les di bastante vueltas al asunto, la verdad. Y, como confieso en el podcast, tenía miedos. Temía que pensaran que busco dar pena, o que no lo he superado. También que no lo escuchara nadie porque es algo que, de primeras no apetece, la verdad.
Pero lo hice: porque yo lo necesitaba y porque, tal vez, pudiera serle útil a alguien.
Y ahora, que ya está todo publicado creo que añadiría una pregunta a mis charlas:
¿Qué te ha aportado? ¿Para qué te ha servido?
Bueno, pues una vez vencido el pudor que da “desnudarse” tanto público, la satisfacción ha sido infinita. Por los mensajes que he recibido, de excompañeros de la radio y la tele, o de gente “ajena” que aterriza en ese capítulo de mi historia, de personas que me piden que siga (no por favor, hay que dar carpetazo)…. También ha sido práctico para corroborar las ausencias.
Pero, hablando de podcasting, ¿para qué te ha servido?
Pues pasármelo pipa editando y recordar lo que disfruto con ello. Para reírme mucho (yo sola) con esos diálogos que mantenía con Juan Navarro Torrelló (qué bueno es y que suerte he tenido de que aceptara la propuesta).
Para cometer errores que ya no me pasarán en el siguiente podcast que haga, aunque habrá otros, seguro, la vida es progreso.
Y, básicamente, para hacer lo que me gusta que es disfrutar contando historias.
Temía que fuera muy yo, mí, me, conmigo, porque me gusta hacer cosas útiles.